Como bien decía antes, hoy es uno de esos días en los que no me encuentro nada a gusto conmigo mismo, uno de eso días en las que las canciones depres las siento mucho más que cualquier otro día, uno de esos en el que me pongo ha escucharlas cuando no debo y me deprimo el doble.
Estaréis pensando ''Eres gilipollas tu mismo te estas buscando sentirte así'', quizás si, pero… ¿Las canciones tristes están hechas para algo no?
Lo cierto es que escribir me relaja bastante y me hace sentir un poco mejor pero no es capaz de aliviar completamente esta cicatriz. La llamo cicatriz porque es una herida que esta hecha de hace mucho tiempo he intentado ''coserla'' (intentándola olvidar pensando... ''ya se cerrara'', ''tan poco es tan grave'', etc.), pero pasa el tiempo y no se cierra. Sigue sangrando y sangrando, y cuando consigue cicatrizar se vuelve a abrir de nuevo.
Lo peor de todo es que no es una herida cualquiera… es una herida interna, una herida en el corazón (por eso imagino que será tan difícil de cicatrizar). Y os puedo decir que es de las peores que puedes tener, ya que, sientes algo similar a cuando estas enamorado, pero sabes que no es para nada parecida a esa sensación de mariposillas recorriéndote el vientre. Es mas bien como… ¿Una buena patada en el estomago? … Si, podría ser algo así.
Pero la cosa no acaba ahí, también noto como si todo se parara en ese momento y que también con ello siento mi corazón dejara de latir. Tan solo consigo mantener la respiración a base de un gran esfuerzo y a aun así noto que es una respiración muy débil.
Para no sentirme así pienso en esa persona causante de mi herida, pienso que esta junto a mi, pienso en todos esos pequeños momentos, en su sonrisa, en sus paranoias de trabada que tantas veces me han hecho reír. Y siento que por dentro de mi revive la llama de la esperanza, que mi corazón vuelve a latir y que ya respiro mucho mejor. Siento que se enciende ese fénix que tanto tiempo había estado dormido.
Aunque… se que hago mal… que solo me engaño a mi mismo, se que con eso solo consigo apartar la vista y no notar esa cicatriz que tanto dolor y miedo me causa, pero que sigue estando ahí esperando el momento menos esperado para retornar de nuevo. Sin embargo prefiero vivir estando engañado mil años, a sentirme mal a cada segundo que pasa.